Pasaban en silencio nuestros dioses

Después de todo, las cosas siempre acaban siendo bastante más sencillas. No somos la gente chula y eso tampoco importa demasiado. ¿Ideales? Si los tuvimos fue antes de aprender a vivir. Nunca viajaremos en coche por la Zona Rosa ni por el Periférico, porque no tendremos coche. Quizás podamos ir a téibols si la ocion lo requiere, pero discretos, sin siquiera ser capaces de despertar la atención. Obvio, nos joderán, como a todos. Siempre habrá algo demasiado grande, demasiado instintivo en toda la ciudad. Algo nos sorprenderá. Y será suficiente.

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