Henry Black

Gudrum abre su sexo para que surjan mareas, puertos, conflictos, fantasmas repetidos, levemente teóricos, como dramas de dificil precisión.

Sobre una pared blanca se abre el sexo de Gudrum gotea como el espanto en una pintura de Bacon. (¿Estará el hombre de expaldas en la exposición de El Prado? ¿Esa figura torva de blanca pesadilla?)

El sexo abierto de Gudrum como otra reflexión.

La reflexión del sexo.

Continua.

Hipnotizándome.

Ese rosa brillante que se llama hermosura.

Los dedos hurgando ahí, retórica de pelvis sin el semen.

Francis Bacon, Estudio del cuerpo humano, 1949

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